Pueblo y Valle del Atuen

Para llegar al pueblo de Atuén desde Leymebamba se ingresa por un desvío en la carretera que conduce a Cajamarca, sobre una via afirmada, recorriendo el Valle del Rio Atuén.

El Valle del Rio Atuén es un impresionante valle encañonado por sus imponentes montañas de bosque natural, con una infinidad de aves lo que lo hace un punto obligado para su observación, asimismo innumerables restos arqueológicos que existen en las zonas altas, como  Monte viudo, La Petaca, Bóveda, Diablo Wasi, La Joya, entre otros; a las cuales se llega caminando.

Atuén es un poblado ubicado en la Región Amazonas, a una altura de 3,450 metros sobre el nivel del mar y es el lugar donde nace el Rio Utcubamba. El pueblo lo constituye un puñado de casas.

Aquí podemos apreciar la laguna Sierpe con indicios de haber sido represada. Todavía se ven restos de estructuras en la parte por donde desagua. Según el etnohistoriador Peter Lerche “Antiguamente existía un gran centro incaico en Atuén”, hoy se puede observar únicamente dos baños incas. La tradición cuenta que Huayna Cápac pasó en Atuén varios meses para curarse de una enfermedad. A una hora del pueblo se encuentra la bella laguna de Mishacocha, cuyas aguas se filtran para formar Sierpe.

La producción de Atuén es famosa por sus papas rojas, negras y moradas, todas arenosas, y muy codiciada por campesinos de la región, todavía usan el trueque con otras comunidades. Privilegian las frutas pues carecen de ellas. La comunidad está organizada para proteger las truchas que pueblan las aguas de Sierpe, pues es su proteína y tienen rondas para que se respeten las vedas.

Por Atuén pasó muchas veces, en busca de alguna ciudad perdida, Gene Savoy, el legendario y controvertido explorador estadounidense.